¿Hay carta cartero?

Con esto del internes ya nadie escribe cartas, ya se ha perdido la magia de meter la carta en el sobre, pasarle la lengua a las solapas y al sello, mismos que te hacían poner cara de rábano revenío de lo mal que sabían, y llevar la carta al buzón. O la ilusión que te hacía cuando llegabas a casa, ese asomarte al buzón y ver una carta del primo que vive en Logroño.

En México también contamos con servicio de correos, pero existen algunas diferencias. Es cierto que hoy ya solo se acuerdan de ti los del banco, los de la luz y el gas o algún otro acreedor, y hasta estos ya empiezan a decirte que para ahorrar papel y proteger la ecología (protectores del medio ambiente ellos), que quieren mandarte los recibos por correo elestrónico. Eso si, las cartas con 400 hojas de propaganda ofreciéndote un crédito te las siguen mandando en formato impreso y a tomar por saco la ecología.

En principio, al ser casas en lugar de pisos lo que prima en estos lares, el cartero llega directo hasta la puerta de tu casa a entregarte la correspondencia. Y claro, ya que está ahí, aprovecha para pedirte un pesito de propina. No es obligación tuya el dárselo, pero sí se te quedará viendo con cara de pocos amigos y pensando palabras poco amables de tu parentela... cagándose en tus muertos vamos. Además de ello, la próxima vez que llegue a tu casa simplemente arrojará las cartas al suelo delante de tu puerta, no importa si llueve, graniza, o hace un viento de narices y tu carta termina a cinco calles de distancia.

Que mala leche del cartero, pensará mas de uno, pues si, la verdad. Ahora que para darle un poco de crédito, os comentaré que estas personas por lo general no tienen sueldo, suelen ser voluntarios que viven exclusivamente de las propinas otorgadas por los ciudadanos, así que si tu no les das dinero, es un taco menos que podrán comer ese día.

Por lo anterior casi nadie suele tener buzón en casa, simplemente esperan a que llegue el cartero y le dan un par de pesos, en mi caso suelo darle un peso por cada sobre que entrega, aunque estos sean de propaganda y terminen en la basura ( si son muchos sobres nunca le doy mas de 4 ó 5 pesos).

Por lo visto el cartero tiene que ganarse la plaza y deben estar algo peleados los puestos, esta persona llega a la delegación de correos de la zona y le es entregada la correspondencia de ciertas colonias. Por sus propios medios llega a la colonia y empieza a repartir cartas por lo que habitualmente el cartero suele tener una" zona de influencia" fija y pasa aproximadamente una vez por semana, ya que el resto de la semana recorre otras colonias que son de su "propiedad". En dado caso de que el tío no se presente algún día, entonces pierde la plaza y se la dan al que sigue en la lista, con lo que él tendrá que apuntarse otra vez al final de la lista.

Por el contrario si quieres mandar una carta... oño, ahora que lo pienso, hace años que yo tampoco he mandao una carta... ¿En que iba? ¡Ah! Si. Si vas a mandar una carta no existen buzones en las esquinas de esos amarillos o rojos. Tampoco puedes acercarte al estanco de la esquina a comprar lo sellos. Lo que uno debe hacer es llegar a la oficina de correos mas cercana a tu casa, decirle al encargao pa donde va la carta y el te dirá el monto a pagar, compras los sellos, pasártelos por el arc... digooo por la lengua (bueno, también puedes pasarlo por una esponja que tienen para ello, pero el encargao no te lo dirá pa ver tu cara al chuporrotear el sello), y entregarla ahí mismo al encargado de la oficina.

En la época en la que todavía se mandaban cartas, estas iban de México a mis primos en un par de semanas, y de mis primos hacia el mexiñol en alrededor de un mes, no entiendo muy bien el porque de esa diferencia pero así teníamos medidos los tiempos. Ya con internés el correo electrónico viaja en un instante, aunque la respuesta a veces se tarde un par de meses (pobres de mis primos, han de tener un internet muy lento).