Por cuestiones de mi trabajo me toca visitar muchas empresas de distintos giros, la mayoría se preocupa por evitar los accidentes, tienen programas para prevenirlos y carteles donde se lee "llevamos X días sin accidentes, nuestro máximo record fué XX días".
En la mayoría de los casos, los accidentes son por imprudencia de los propios empleados de no seguir las normas, "no uso gafas de seguridad porque me dan calor" y zas, una viruta en el ojo, "no uso los guantes porque me estorban para sujetar las piezas", Zas una cortada o adios dedo.
Sin embargo ya van dos o tres veces que voy a un tipo de empresa donde la seguridad es lo último en lo que se piensa, y siendo yo ajeno a la empresa he pasado auténtico pánico de estar ahí, no te digo lo que tiene que ser el trabajar 8 ó mas horas en ese ambiente.
Hablo de las fundiciones, empresas donde funden metál para hacer piezas de lo que se te ocurra, motores de auto, tubería, lámina etc.
Ese quemador con una llama del copón que a 10 metros sientes el calor puesto a medio metro del pasillo (si, tuve que pasar por ese pasillo) esa "paila" (horno) con agujeros por todos lados y sacando chispas o escurriendo metal fundido por un agujerico que se formó hace 10 años, o tambien a la salida de ese mismo horno ponen una especie de canal por donde se desliza el metal fundido y tu estás a menos de 1 metro, ahora que peor está el currito, cuyo puesto de trabajo se sutua justo a un lado del "canal" con una varilla metiendola a la salida del horno para que circule mejor, el equipo de protección para este trabajador suele ser la propia varilla, en algunos casos unos guantes y el pellejo pegado a los huesos.
O que me dices de esa olla de unos 200 litros con metal fundido que pasa en una grua por encima de la cabeza de los trabajadores, (no pasé por debajo, pero si vi a los curritos haciendo sus actividades cotidianas tan tranquilos). Vamos que si se desprende encima tuyo tendrían que hacerle pruebas de ADN a un montículo metálico amorfo, y dentro de eso estarías tu, la ventaja es que puedes presumir de ataud metálico.





1 Rincomentarios:
¡Què miedo!
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